La verdad es que visitar una ciudad como Milán no te deja indiferente. La primera sensación a 5 grados bajo cero, es como no, una sensación helada. Después te tienes que trasladar a 60 km desde el aeropuerto hasta la ciudad y si no conoces el sistema de autobuses, el taxi te puede salir un poco caro. Al llegar a esta bonita ciudad te das cuenta que es muy peculiar ya que en extensión es inmensa y además es la capital económica de Italia.No me referiré a la convención ya que ya hice mención en otras publicaciones, así que me centraré en la ciudad.
Es una ciudad inmensa de con rascacielos como el edificio Pirelli de 127m de altura o el Palazzo Lombardia de 161, y muchas construcciones de cristal y metal, por no hablar de los grandes almacenes. Pero lo más curioso de esta ciudad es el duomo que es la catedral gótica de Milán. Lo cierto es que te impacta una catedral de tal envergadura ya que es capaz de albergar a 40.000 personas y es muy impactante si no has visto nada similar.
Aunque no dispusimos de mucho tiempo para visitar cosas aún nos sobró algo de tiempo para escaparnos a admirar los lugares de esta ciudad que no te deja indiferente.
Con los éxitos obtenidos y la paliza que Miguel se dio tatuando no es para menos que acabara rendido en el aeropuerto. Las fuerzas flaqueaban, el sueño vencía a nuestro artista y en el aeropuerto solo quedaba tiempo para una cabezadita. No le puedo recriminar nada después del trabajo que hizo, te lo mereces campeón.
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