Hemos visto en infinidad de ocasiones esculturas muy representativas por la dificultad que entrañaban realizarlas hace tantos años. Con las herramientas de que disponían en esas épocas es muy curioso como afinaban tanto, llegando a casi la perfección. Me refiero por ejemplo a un artista muy conocido como es Miguel Angel. Pintó la capilla sixtina y aunque es muy reconocido como pintor, era obligado a trabajar de ello, ya que, lo que más le gustaba era la escultura. ¿Quién no ha visto en alguna ocasión una foto del David de Miguel Angel?
Lo cierto es que fui muy afortunado el otoño pasado cuando pude contemplar una obra tan alucinante como el David en la preciosa localidad italiana de Florencia. Cuando llegas a la sala donde está colocado y lo contemplas, piensas que es alucinante que una persona pueda hacer una obra de tal calado. Miguel Angel lo esculpió intentando crear la perfección, la piedra de mármol tenía unas dimensiones fuera de lo común y ningún artista quería esculpirla. Le costó dos años esculpir el David y tiene más de 4 metros de alta. Los especialistas consideran que es un cuerpo perfecto en cuanto a proporciones se refiere.
Nos ha visitado Jordi para hacerse en su brazo la escultura del David, y con la historia que tiene detrás dicha escultura, lo cierto es que no es para menos ya que una obra tan representativa, a alguien que le gusten mucho las esculturas, es para tatuarsela. Si Miguel Angel levantara la cabeza estaría orgulloso de que artistas como Miguel hicieran una réplica tan exacta de su obra. Dani Brazal.



 

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