He hablado en infinidad ocasiones de los hijos. Como sabréis, yo no tengo la suerte de tener un niño pero por las experiencias que puedo escuchar y vivir en momentos ocasionales, me parece que es lo más bonito que se puede pasar en esta vida. Un niño es alegría y vitalidad en una casa y posiblemente sea la experiencia que más felicidad puede aportar.
A principios de este verano pasó por nuestro estudio Ramón para llevar a cabo el hecho de inmortalizar el retrato de su niña en su costado. La verdad es que es un sueño, tener una niña tan guapa y poder llevarla no sólo en tu corazón el resto de tu vida, sino también su retrato en tu piel. El realismo dado por Miguel en este retrato como no podía ser de otra forma es digno de los mejores artistas, la calidad impecable. Dani Brazal.
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