Si la afluencia de público el sábado fue espectacular, el domingo fue apoteosica. Los pasillos estaban inundados, la gente de Roma es super entusiasta con el ámbito del tattoo, y como era de esperar para una convención de tal calado, no pudo defraudar el lleno absoluto, incluso con un día de lluvia como este, la gente se desplazaba en masa para asistir a una de las convenciones más importantes del planeta.
Miguel no podía empezar de mejor forma el domingo, en el que tenía que tatuar a un chico de Italia a su perro Spartaco, y como no Miguel sacó el arte que lleva dentro para que no tuviese nada que envidiar a la foto. Los detalles del retrato junto con los del pergamino hablan por sí solos de esta obra de arte.
 Por otro lado, Samu, tatuaba a nuestro amigo Salva, un chico majisimo de la ciudad condal. La pieza que había elegido no tenía desperdicio y de una envergadura más que considerable, los tonos a color eran fantásticos y la duración de este trabajo era más que pesada, aunque tratándose de nuestro pequeñin, por mucho trabajo que tenga no se fatiga lo más mínimo. Era la primera vez que Samu venía a esta convención y quedó encantado con ella y no fue para menos ya que a un artista de su nivel, los trabajos le llovían a todas horas, no sólo no aguantó como un jabato sino que no perdió ni por un segundo su sentido del humor.
 Miguel estuvo desbordado de trabajos, como siempre que sale de convención, pero aún así le sobraron fuerzas y tiempo para ponerle pareja de baile a mi botella de Moët con estas bonitas letras, el resultado, como no: perfecto. La simetría de estas era espectacular y acompañar a tal bellezas en mi pierna con este significado es cuanto menos lógico. Una vez más Miguel demuestra que no solo es un gran artista del realismo sino que a la hora de otros trabajos y en una zona tan delicada como esta, la perfección florece de sus manos.


En esta ocasión, Miguel decidió no presentarse al concurso de tattoos y le pidieron que participara como miembro del jurado, un puesto que también a él le encanta ya que puede apreciar la gran calidad de los participantes de las convenciones. En cuanto al concurso se refiere no deja de ser un miembro muy serio y realizar unas valoraciones justas y lo más objetivas posibles, pero a la hora de terminar el concurso, como no, Miguel saca su lado más cómico para deleitarnos con esta bonita foto. ¿Cuál será la próxima obra de arte que sacará de esa chistera?. Dani Brazal  

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