Hace un par de semanas estuvimos en la convención de Roma, la verdad es que pudimos ver muchisimos lugares de lo más sorprendentes, pero en especial estuvimos en un museo lleno de calaveras que nos dejó impactado por ser todas reales y el lugar estaba repleto de huesos humanos.
Una calavera no deja de ser un cráneo de lo que en su día fue una persona y por ello es más que respetable.
La semana pasada volvió Victor para continuar su espalda que no tiene ni una pizca de desperdicio, y continuaba con otra calavera, en este caso más grande, y Miguel como sabemos no puede dejar escapar una oportunidad como esta para sacar lo máximo en una pieza de estas características. La foto dice más de sí misma que yo. Dani Brazal.



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