Como bien he dicho ya en varias ocasiones, el hecho de traer una vida al mundo tiene que ser la experiencia
más bonita que se puede vivir en la vida. La madre lo vive de un modo más intenso ya que es ella quien lo lleva durante la gestación y es ella quien lo trae al mundo. Pero el padre no es menos merecedor de halagos ya que normalmente también es quién se desvive por la madre y por el bebé desde el momento que nace.
Esta semana le tocaba el turno a Pedro López, jugador del Levante UD, que en este caso se tatuaba el retrato de su hijo con la hora en un reloj de cuando nació. Lo cierto es que estamos encantados con Pedro ya que lejos de que la fama del fútbol le transformara en algo que no es, es una persona fabulosa con la que pasamos un rato muy ameno. En cuanto al tatuaje que decir que no sepamos, Miguel pone mucho cariño en cada uno, y cuando hablamos de retratos de familiares más aún si cabe, por lo demás el tattoo habla mejor que yo. Dani Brazal.

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